piaras parvadas y muñecas
(responsos a la virgen de soló)
puede
ser es cierto que durante algunos instantes
adivines mis
rasgos cubiertos por un techo lindo de lo lindo
con detalles
rococó
puede ser no lo niego que cierta duda te invada
pero la duda
no es la madre de ningún vicio
fue de la
noche insisto el manto y los primeros jadeos
el agua
evaporándose el caramelo pegajoso
y el niño
dios postrado de cabeza
pero estuvimos más allá de las noches tintineantes
templos urinarios y rocío
y sin
embargo
en el campo
las
muchachas conservan sus mejillas suaves
la lámpara
abismal el traje del otoño y el pasto que no crece
se repiten
hinchando los pulmones
y a la
manera de cierto ovidio el
aguardiente y la carne
rosa con el
tiempo pero no crece
halla el niño
su lenguaje lejos de las manos
impacientes
donde los
cuadros se presentan retraídos
y me encuentro con la nítida imagen de tu
cintura delineada
sirva como
referencia el más caro de los moldes
y el
perfecto receptáculo de tus carnes en ciernes
tus glúteos
firmes y suaves y esos ojos…
mis pies
descalzos que se confunden con la yerba
y el pellejo
que nos cubre y suele no rasgarse con el pasto
y sin
embargo
en el campo
las
muchachas conservan sus mejillas suaves
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